Dicen que quien tiene un amigo tiene un tesoro. Dejamos a vuestro criterio el pensar cómo de grande es ese tesoro cuando tus amigos se involucran de tal manera en la organización de tu boda que, a veces, acabas sin saber muy bien quién se casa y quién no.
Y es que para contar la historia de la boda de Lucía y Daniel, la participación de su grupo de amigos más cercanos fue esencial. Si algo podemos desearle a nuestras futuras parejas es que se vean arropadas y apoyadas de esa forma. Así, nos encontramos con un numeroso equipo de ayudantes y colaboradores que hizo todo más fácil y divertido. Decoradores, técnicos de sonido e iluminación, animadores de eventos, directores de cine y fotografía, DJs, camareros y especialistas en cócteles, técnicos en pirotecnia... todo por hacer que ese día fuese EL DÍA. Fue un fin de semana que difícilmente olvidaremos y, por ello, no podemos quedar más agradecidas. Por eso os queremos enseñar hoy algo de esta boda, ya que nada calienta mejor el corazón en días de frío que volver la memoria a cálidos recuerdos.
Nuestra pareja celebró la fiesta de su boda en un recinto que de primeras ofrecía tantas posibilidades como retos a resolver: "cuatro" paredes blancas, un portón grandísimo y, eso sí, unas vistas del pueblo que merecía la pena disfrutar. Gracias, Jesús y Eva, por pensar en nosotras para ayudar a poner un poco de orden entre tanta emoción porque ¿hemos mencionado ya lo mucho que nos gustó esta boda? No fue la primera vez que disfrutamos del saber hacer de Catering H&R (y esperamos que no sea la última), así que por esa parte estábamos más que tranquilas. Pero si fue la primera vez que vimos en acción al equipo de iluminación de Proscenium. Estos chicos hacen magia con la luz. Nunca hubiésemos conseguido ese ambiente tan íntimo y acogedor con dos focazos de polideportivo. Increíble su trabajo en el manejo de las luces y focos.
Hasta aquí nuestro fondo sobre el que pudimos empezar a desarrollar el montaje de toda la decoración y trabajar en la coordinación de toda la celebración. Hojas de eucalipto para refrescar aquel día de verano, frutas en las mesas durante la copa de bienvenida y un photocall caribeño. Rezaba "Aloha" en la parte superior del photocall pero bien hubiese podido poner "Ohana". No nos enrollamos más. Os dejamos con los detalles de ese día y solo nos queda desear que nuestros caminos se crucen de nuevo.
Coordinación, montaje y decoración de centros de mesa y mesa presidencial: Sr. Klein
Fotógrafo: Mariano Aguilera
Catering: H&R Catering
Iluminación: Proscenium
Barra libre: Bartolomé Rodríguez Blanco
Gracias a Lucía y Dani por hacernos partícipes de su día y a todos sus amigos por las ganas, energía, humor y esfuerzo que dedicaron a nuestros novios. Eso sí que es amor.
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